ERRORES COMUNES

Claudio Acioly es brasileño y habla muy bien en español. En la entrevista que pueden ver en este enlace, además de decir cosas muy interesantes, se puede observar este dominio del español.
Sin embargo, comete algunos errores puntuales típicos de los lusohablantes que podrán descubrir si leen el siguiente texto (la transcripción corregida de la entrevista):
─¿Quisieras presentarte, contarnos qué haces en UN-hábitat, cómo empezaste a trabajar en UN-hábitat?
─Sí, bueno, mi nombre es Claudio Acioly, soy arquitecto, planificador urbano, y trabajo en Un-hábitat desde el dos mil ocho. Soy brasileño y tuve mucha suerte en mi profesión porque tuve la chance de trabajar en muchas regiones del mundo, no solamente en este tema, sino con varios temas relacionados con urbanización, gestión urbana, participación ciudadana… Entonces, desde el 93 al dos mil ocho estuve vinculado al Institute for Housing and Urban Development Studies, donde tuve por 15 años una experiencia internacional muy importante, trabajando en las antiguas repúblicas de la Unión Soviética, donde se creó una informalidad diferente; trabajé en Asia, en África, con las manos en esta historia, pero también en el área de capacitación y en dos mil ocho fui contratado por Un-hábitat para ser jefe de política de vivienda y coordinaba el programa de las Naciones Unidas para el Derecho a la Vivienda. Entonces, esta parte de asentamientos informales siempre estuvo muy direccionado y muy conectado con mi corazón, pero también con mi vida profesional.
─Tú eres un reconocido experto en urbanismo informal; cuéntanos ¿cómo comenzaste a trabajar en este tema?

─Bueno, creo que el origen de mi trabajo está desde la universidad cuando me involucré en los movimientos sociales urbanos en la ciudad de Brasilia, y ahí me involucré mucho en toda la problemática, no solamente de vivienda, sino también en toda la formación informal de las ciudades, los asentamientos informales, las favelas, invasiones, como son ahí llamadas, pero también los campamentos, que eran originarios de la construcción de la ciudad; entonces era un problema muy serio en la ciudad y yo empecé a estudiar esta cosa y esto me llevó prácticamente a un trabajo en el primer programa de urbanización de asentamientos informales de la capital de Brasil, Brasilia, y también me llevó a la actividad internacional, que fue una experiencia muy única que me permitió ir a Holanda, después a Guinea-Bissau y después fui a trabajar a varios países con el tema.
─En términos mundiales, el objetivo del Milenio de reducir el número de asentamientos informales ¿se está logrando? ¿Tú crees que el problema está disminuyendo, o sigue creciendo?
─Bueno, la verdad es que en 2005, creo, cuando se organizó un encuentro internacional, me acuerdo que Un-hábitat intentó reformular cómo estaba planteado el objetivo del Milenio 7, Meta 11, que era la mejoría de 6 millones de personas que viven en asentamientos llamados slams, que fue como se denominó a todos los asentamientos informales de una forma internacional. Y la idea de la reformulación era crear alternativas para la formación de nuevos asentamientos, que significaba que debería haber una política preventiva de oferta, de vivienda, de suelo… una serie de políticas alternativas para que se permitiese disminuir la velocidad de formación de nuevos asentamientos.
»Entonces, la verdad es que se logró el objetivo del Milenio en términos cuantitativos, o sea.. por un… yo creo que en dos mil diez con la investigación de Hábitat creo que se demostró que había más de 200 millones de personas que habían salido de las condiciones de slams, de asentamientos informales; entonces, había una disminución del porcentaje de personas en relación a la población urbana que vivían en esas condiciones. ¿Por qué?, porque había inversiones muy altas en programas nacionales de vivienda en China, Brasil, México, Chile, Malasia, Indonesia… Entonces, había países que estaban marchando hacia programas de larga escala de producir viviendas y permitir que la gente saliese de la condición de informalidad a la formalidad; y lo otro, que también había muchos programas nacionales y programas de ciudades, grandes ciudades involucradas en programas de mejoría y transformación de asentamientos informales en asentamientos formales, integrando la ciudad. En América Latina, por ejemplo, varias ciudades como Río, como Sao Paulo, como Belo Horizonte, como Santiago de Chile, como Bogotá… bueno, esas ciudades fueron a una escala de programas nacionales y programas a nivel de ciudad. Bueno, logramos, está disminuyendo, la verdad es que los datos últimos de UN-hábitat mirando de mil novecientos noventa a dos mil doce se demuestra claramente que salimos de disminución de cuarenta y tanto por ciento de la población para cerca de treinta y tantos por ciento del porcentaje de personas que viven en estas condiciones de favelas, villas y asentamientos informales.
»Pero, en porcentaje, en números absolutos, disculpe, en números absolutos los números están aumentando y van a continuar aumentando. ¿Por qué?, por causa de la urbanización, por causa del crecimiento vegetativo de la población, por causa de la carencia de oferta de viviendas, por causa de todo un proceso de urbanización rápida que algunos países o regiones del mundo todavía sigue. Entonces, en números absolutos el problema continúa y va a continuar y si no hacemos una acción integrada de combinar la prevención con la mejoría, vamos a tener más informalidad en nuestras ciudades.
─Bueno, ¿y qué tipo de políticas han adoptado los gobiernos para enfrentar
el problema?
─Es muy interesante esta pregunta, porque si miramos la historia de las políticas de vivienda y cómo los países y las políticas públicas empezaron a ver este problema, diría que hasta los años 80, 70-80, la política predominante era de demolición, de desalojo, o de una visión de los asentamientos como una situación problemática, una situación que debería ser realmente sacada fuera del tejido urbano y la población era transferida a viviendas, y esto no ha disminuido la producción de asentamientos informales, al contrario, se produjeron más.
»Entonces, en un determinado momento se empezaron a reconocer los asentamientos informales como una solución, una solución que era precaria, una solución que tenía limitaciones, pero la gente era capaz de producir viviendas, aunque de madera o precarias, pero construían sus propias ciudades y barrios, entonces se empezó con programas de mejoría, programas de regularización y en un determinado momento, a partir de los años 90, se descubrió que esas intervenciones eran muy puntuales y puntuales significaba que no seguían la escala de la ciudad y no se trataba el problema de una forma integrada con todos los problemas de la ciudad.
»Y a partir de los años 90, principalmente, se empezaron los programas a gran escala, que seguían los ejemplos de Kampungs, de Indonesia y después vinieron programas como… el propio BID estuvo involucrado con la alcaldía de Río, que fue un programa muy exitoso como Favela Barrio, que era un programa que se hizo a la escala de la ciudad, entonces muchas ciudades del mundo trabajaron a esta escala y algunos países trabajaron en programas nacionales que construían la solución para otros problemas en torno de la situación existente; o sea, cuando era técnicamente, jurídicamente y financieramente posible se urbanizaba y se mejoraba y se regularizaba la situación de esos asentamientos.

»Esta es un poco la historia de las soluciones y las políticas que se han adoptado. Hoy en día hay una mezcla de soluciones y creo que tenemos que aprender más de lo que logramos con los programas de grandes escalas, pero creo que ya tenemos ahí, en nuestras manos, una escuela y un aprendizaje muy grande, solamente tenemos que sistematizarlo para no cometer los mismos errores.