Hace unos días puse aquí la letra de una
canción; así, suelta, sin explotación didáctica. Un crimen para cualquier
pedagogo tradicional y apegado a la teoría. Pero es que resulta que yo también
estoy estudiando otro idioma y cuando me canso de estudiar gramática, escucho
una canción y trato de aprender la letra. Eso me ayuda en varios sentidos:
practico la comprensión auditiva, aprendo vocabulario y expresiones que tal vez
nunca vería en las lecciones, penetro en ese terreno fascinante de la
interculturalidad… y todo ello mientras descanso las neuronas.
Tomemos ese caso de «Con la mano levantá»: para empezar, ya estamos
aprendiendo esa forma apocopada de pronunciación popular (levantada / levantá,
para / pa). Artículos, contracciones, posición de los pronombres personales
respecto al verbo, gerundios, verbos reflexivos, formas irregulares de verbos,
pretérito indefinido, ir + gerundio, léxico, expresiones particulares del
español… todo eso nos entra sin esfuerzo. Cuando hayamos escuchado varias veces
la canción, todo ese material formará parte de nuestro catálogo y estará ahí
listo para usar cuando lo necesitemos; listo para hacer sonar una alarma cuando
nos equivoquemos.
No subestimen el potencial didáctico de las
canciones fuera de contexto. ¿Una canción por que sí, para pasar el rato? Sí,
por favor: voy a pasar el rato y aprender al mismo tiempo.
Les animo a escuchar cualquier canción en español que les apetezca, y sin cargo de conciencia por dejar de lado el estudio de la gramática por un rato.
Les animo a escuchar cualquier canción en español que les apetezca, y sin cargo de conciencia por dejar de lado el estudio de la gramática por un rato.
No hay comentarios:
Publicar un comentario