En
el título parafraseo una locución típica de España: en lugar de decir «¡Vámonos!» es frecuente usar «¡Andando, que es gerundio!»,
o en lugar de «¡Salid de aquí!» se puede decir «¡Venga,
saliendo, que es gerundio!».
Al español –igual que al brasileño- le gusta usar variaciones en el lenguaje
que, en este caso, reducen un poco la tensión que crearía el imperativo.
¿Por
qué hablar de gerundios ahora que ni en básico ni en avanzado estamos viendo
ese asunto? Porque es un tema sobre el que los libros de texto suelen pasar de
puntillas y generalmente en la clase el tiempo no nos permite profundizar
demasiado. Ocurre también con la acentuación, que creo que va a merecer otra
entrada en este blog.
Para
que puedan profundizar un poco en la morfología y los usos del gerundio, les
remito a dos páginas web que explican algunas cosas de forma bastante clara. En la primera podrán ver cómo se construye el gerundio y algunos de sus usos; en la segunda, errores comunes en el uso del gerundio.
Quiero
subrayar dos aspectos:
-
La expresión portuguesa
«Estar + a + infinitivo»
no se usa en español, ni con valor de perífrasis con gerundio, ni como ninguna
otra cosa. «Estou a trabalhar» no se puede traducir literalmente como «Estoy a trabajar»,
sino como «Estoy trabajando». Igual «Estava a dirigir», que será «Estaba
conduciendo».
-
No coincido en que el
cambio de i por y en la construcción de algunos gerundios no suponga un cambio a
efectos fonéticos. Para mí, «construyendo» será /konstſwjendo/
y no /konstſuiendo/. Al menos yo no
lo pronuncio igual, ni me parece igual cuando lo oigo pronunciar por otra
persona.
¡Hala, practicando, que es gerundio!
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