NO MANDE (... en español)


En español  no mandamos tanto como en portugués con el sentido de dar órdenes, salvo que uno sea militar o pertenezca a alguna otra organización muy jerarquizada. Entre iguales, entre amigos, entre padres e hijos, entre profesores y alumnos, entre jefes y subordinados el verbo «mandar» suena excesivamente fuerte y radical.

Veamos entonces cómo traducir ese verbo para no parecer maleducados:

-Eu mandei parar.
-Te he dicho que pares (en América: Te dije que pares –tú- / parés –vos-).
-¿No te he dicho que pares?
-Te he pedido que pares. (En América: Te pedí que pares –tú- / parés –vos-).

-Por quê é que tenho que sair?
-Porque eu mando.
                -Porque yo lo digo.

Evidentemente, el sentido es el mismo que el de «mandar», es la imposición de la voluntad de uno sobre la de otro. Al final, como casi siempre, todo se remite a una cuestión de costumbres y convenciones.

No debemos confundir este sentido con el de «enviar», muy común y normal:

-Mandé el coche a arreglar (envié).
-Me ha mandado un mensaje (me ha enviado).
-Voy a mandar todo a la mierda.

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